Puskás, el sensacional número 10

Vágólapra másolva!
2006.12.05. 15:40
Címkék
Han pasado cincuenta y tres años desde que la Selección Nacional de Fútbol de Hungría consiguió su más famoso triunfo. Recordamos el fabuloso éxito de 6-3 alcanzado en Londres. Mostramos como fueron aquellos días de Ferenc Puskás en Londres, publicamos un reportaje de aquel partido y analizamos, como pudo el Equipo de Oro sobrepasar a todo el mundo. A pesar de haber sido derrotado en el final del Mundial de 1954, nosotros todavía lo recordamos como un equipo que vence al mundo.

PUSKÁS DE MINUTO EN MINUTO

Es fácil recordar los movimientos más destacados de Puskás realizados en Londres, gracias al reportaje telefónico de László Teleki

8. minuto: Después del pase de Zakariás Puskás disparó a la puerta, Merrick paró el balón lanzándose.
12. minuto: Puskás saltó en la costa izquierda, Hidegkúti lo seguía desde una distancia de dos metros, y después del pase de Puskás disparó contra la puerta desde ocho metros. El árbitro anuló el gol equivocadamente.
22. minuto: Czibor corrió en la costa y tomando su pase Puskás habría disparado, pero Wright interfirió y por eso el capitán Puskás dio un pase hacia la costa que Hidegkúti disparó a la puerta, debajo del listón, desde el punto del penalti. (1-2)
25. minuto: Czibor corrió en la costa derecha con mucho brío, y después de su pase realizado con el pie derecho, el balón llegó delante de Puskás. El interior izquierdo cogió el balón en el rincón izquierdo de la línea de seis metros, hizo un regate de retirada engañando a Wrigth que llegaba a atacarlo, y marcó un golazo al rincón izquierdo a la altura de la cabeza con el pie izquierdo, con una fuerza enorme. (1-3)
29. minuto: Bozsik aprovechó el tiro libre juzgado a favor de los húngaros a 29 metros de la puerta inglesa, Puskás que estaba a unos 12 metros de la puerta metió el pie izquierdo en la pelota que llegó al rincón derecho de abajo de la puerta al lado de Merrick. (1-4)
50. minuto: Puskás cogió el disparo liberador de los ingleses, dio un pase hacia atrás a Bozsik que marcó un gol con un disparo espléndido al lado derecho de la puerta, debajo del listón (2-5)
53. minuto: Puskás centró el balón a la derecha con un pase fantástico desde la izquierda de la línea de 16 metros, Hidegkúti estaba bien posicionado y metió un golazo desde 12 metros al rincón izquierdo de abajo. (2-6)
62. minuto: Un disparo del ángulo corto de Puskás no llegó a alcanzar la puerta.
70. minuto: Después de un juego combinado bonito entre Puskás y Kocsis, Puskás falló un disparo.
78. minuto: Un tiro bellísimo de Puskás llegó a la red lateral.
Ferenc Puskás – junto con su diecisiete compañeros – subió al tren para París el día miércoles 18 de noviembre a las 21:20 de la noche para llegar a Londres a través del capital francés. En cuanto a los preparativos: a mediodía del mismo día el equipo húngaro todavía jugó un partido de entreno; el campo del Club Vasas de Budapest ampliado de 74 metros de ancho en el parque Népliget (Parque Nacional) fue destinado a imitar el estadio de „Wembley” y el papel de la selección inglés fue asignado al Club de Dózsa de Kőbánya. En el primer tiempo del partido el Equipo compuesto por Grosics – Buzánszky, Lóránt, Lantos – Bozsik, Zakariás – Budai II, Kocsis, Hidegkuti, Puskás, Czibor (o sea el Equipo de Oro) logró una ventaja de 4-1 y el cuarto gol lo marcó el interior izquierda. Sin embargo en el segundo tiempo no se le abrió la oportunidad de doblar, pues fue suplido por Károly Sándor. Unas horas después en la estación ferroviaria Keleti (Estación del Este de Budapest) Gyula Mándi pasó la lista de jugadores: Ferenc Puskás fue el decimotercero en decir "¡presente!" Unos minutos después el Seleccionado húngaro partió para Inglaterra...

La discusión divertida de los dos amigos antes de los tiros libres

„A la mitad del camino”, en Billancourt – según los reportajes – Bozsik y sus compañeros jugaron enérgica y motivados contra el equipo francés local. Habiéndose tratado de un partido amistoso había cabida para bromas también. Gyula Mándi, por ejemplo, durante el calentamiento trataba de asustar a los fotógrafos que se acercaban a los húngaros diciendo que unos tiros fallados por Puskás pueden causarles serios daños. Entonces los fotógrafos no demoraron en replicar: Monsieur Mándi, cuándo fue la ultima vez que Puskás falló el tiro?… Fuera de bromas mientras de parte de los franceses Dumas fue quien se registró en los libros de la historia del fútbol, el número 10 de los húngaros marcó cinco de los 18 goles, por tanto para los lectores de la edición del 22 de noviembre de Népsport no fue nada de sorpresa de ser enterados de que "Puskás jugó con gana y muy exitosamente.”
Casi con tanta gana y con tanto éxito como en Londres…

Pues todavía no estamos en Inglaterra. El resto del camino los jugadores pasaron leyendo las cartas inspiradoras recibidas de su país. Aunque uno de los autores de esas cartas, el tornero de hierro János Kádas, en vez de entusiasmar dio consejos: „Es Lantos quien debe tirar el penalti y no Puskás. La razón: Puskás tira muy bien el penalti, y falla sólo cuando marcar el penalti es de vital importancia. Pienso que Puskás tiene mucho que hacer como capitán de la selección y no puede concentrar debidamente…”
Los periódicos ingleses anunciando el partido publicaron calificativos mucho más halagadores del atacante húngaro. Por ejemplo, el periódico Daily Mirror caracterizó a Puskás, escribiendo: „Él dirige a los húngaros. Es interior izquierda, capitán del equipo y muchos opinan que él es el futbolista número uno del mundo. Otros pueden decir que Matthews y Finney son mejores, pero Puskás quien tiene sólo 26 años, y fue ya seleccionado más de cincuenta veces, es un actor espectacular de ese juego.”

¡Lo que él presentó el día 25 de noviembre podría haber sido diez veces aplaudido en la escena del teatro Globe!
Uno de los detalles de los antecedentes es que en la reunión táctica el entrenador Gusztáv Sebes – no haciéndole caso a la opinión del camarada Kádas – designó a Puskás para ejecutar el penalti. Por otro lado pidió, no siempre fuera "Öcsi" quien tirara los tiros libres en la proximidad de la puerta del equipo rival, sino a veces cediera la oportunidad para Bozsik. Los dos amigos reaccionaron inmediatamente. Bozsik dijo que con sumo placer encañonaría la pelota a la puerta pero Puskás siempre se la saca. Puskás replicó que con sumo placer esperaría a Bozsik pero para cuando el llegase, el adversario cómodamente se organizaría la defensa... Sin embargo lo que pasó, fue, que en el minuto 29 del partido el equipo de Sebes fulminó su adversario: después del tiro libre de 29 metros de Bozsik, Puskás tocó la pelota que en el próximo segundo ya descansó en el rincón derecho de la puerta de Merrick …

Lamentando las oportunidades falladas de gol

Teniendo en cuenta que pasando 53 años es casi imposible decir algo nuevo sobre el partido del siglo (por supuesto ni hay necesidad del mismo: de año en año repetimos sonriendo la misma historia 4-2 en el primer tiempo, 6-3 en el final…), por lo tanto en vez de eso veamos sólo al "Mayor Volante". Mientras los ingleses le aplicaron el calificativo „amazing”, o sea admirable, en el diario deportivo Népsport los calificativos fueron más elogiadores: „En este partido él, como el más famoso de los atacantes húngaros, tuvo que realizar una labor muy difícil. Los ingleses le dedicaron a él una atención particular, con el hecho de que con su inmovilización fue encargado principalmente Wright, el mejor jugador inglés. Además de eso el defensor central inglés también cuidaba a él. A pesar de todo esto Puskás logró a ser un miembro muy útil y excelente de la línea de ataque húngara. Corrió mucho, inició muchos ataques y siempre estaba presente en la terminación de los mismos también. Esta vez también resultó a ser el mismo magnífico Puskás, quien jugando en numerosos encuentros internacionales difíciles ganó el reconocimiento más grande de los mejores expertos de fútbol del mundo...”

Aunque en aquel entonces los jugadores en el campo no fueron calificados por notas, según la escala de ahora el jugador número 10 sin duda hubiera merecido la nota 10. Al terminar el partido en el que el goleador destacado marcó dos goles e hizo tres pases de gol declaró con sencillez: „Soy extremadamente feliz. Hicimos todo lo posible y así pudimos vencer la selección inglesa hasta aquí nunca derrotado en su patria.” Al día siguiente él se encargó de una evaluación más detallada, revelando que el barrero muy suave fatigaba tanto a él y a Czibor, que los pies de ellos dos quedaron acalambrados para el final del partido.

„Esta manera de atacar basado en muchos movimientos, rápidos cambios y trueques de lugar es el modo de jugar del presente e incluso del futuro. Tenemos que hacer todo lo posible para seguir perfeccionando este estilo. Nos sentimos muy felices después del partido, tratando de imaginar los sentimientos de nuestras compatriotas en Hungría. Nos alegra mucho que no causamos desilusión a la gente que confiaba en nosotros. Antes del partido a veces sentimos exagerada esa confianza, pero al parecer la razón la tenían nuestras compatriotas” – reconoció Ferenc Puskás, confesando que había húngaros más optimistas que ellos. Por fin el reveló que después de alcanzar el 3-1 ya sospechó que los húngaros irían a ganar este partido de mucha importancia. Además de quejarse de dolor de pies él lamentó de no haberse aprovechado de más situaciones de gol, „…sin embargo acabemos de lamentar…”
El atacante más grande merece pleno reconocimiento.

Estos elogios sonaron muy bien. Sin embargo todo eso fue sobrepasado por Tom Finney, uno de los atacantes ingleses más renombrados, quien por una lesión no pudo jugar en el partido. En su articulo publicado el día 27 de noviembre en el Daily Mirror afirmó: „Puskás es el mejor atacante interior del continente. Él es rápido, un tirador brillante y un cerebro magnífico.”
¿Qué más se puede añadir a esto? Quizás solo que el diario News Chronicle, en homenaje del equipo húngaro y de su capitán publicó una foto de Puskás y de su hija, citando el padre quien cuenta un cuento a su hija: „Érase una vez una selección de fútbol llamado Inglaterra…”
Por supuesto todo el mundo sabe: gracias a Puskás y a sus compañeros, esto no fue un cuento.
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