Podría haber sido hojalatero, panadero, cartero o incluso cerrajero. Sin embargo Ferenc Puskás se hizo futbolista – fue uno de los mejores futbolistas existentes en el pasado. Para nosotros era el mejor. Desde el barrio Kispest hasta la fama mundial. El talento excepcional del hijo de un jugador semiprofesional, muy pronto comenzó a dar muestras; el delantero zurdo en algunos momentos se hizo futbolista popular y celebre. No pudo ser otro. Nació con talento y con sentido de balón maravilloso, en el hospital de la calle Uzsoki el 2 de abril de 1927. Si sus padres hubieran querido, tampoco podrían haber desviado a su hijo en otro camino porque la ventana de él, (no la propia, sino la única de la familia) justo abría a la cancha de Kispesti AC.
Ferenc Puskás (Purczeld)
Fecha y lugar de nacimiento: 2 de abril de 1927, Kispest (Hungría)
Carrera de jugador: 1939-1956: Kispest, luego Bp Honvéd; 1958-1967: Real Madrid
Carrera de entrenador: 1967: Hercules Alicante, 1967: San Francisco Gales, 1967-1968: Vancouver Royals, 1969: Alaves, 1970-1974: Panathinaikos, 1974-1976: Colo Colo, 1976-77: Director técnico de Arabia Saudita, 1977: Murcia, 1978-1979: AEK Atenas, 1979-1984: Al-Masri, 1985: Sol de América, 1986: Cerro Porteno, 1988-1991: Panhellenic South Melbourne, 1993: Director técnico de Hungría
Éxitos como jugador: campeón de Hungría (1949-50, 1950, 1952, 1954, 1955, y campeón extraoficial en 1956), campeón de España (1960-61, 1961-62, 1962-63, 1963-64, 1964-65, 1966-67), ganador de la Copa de España (1962), ganador de la Copa Europea de campeones (1959, 1960, 1966), ganador de la Copa Mundial (1960), Campeón de los Juegos Olímpicos (1952), medalla de plata del Campeonato mundial (1954) Éxitos como entrenador: Campeón de Grecia (1969-70, 1971-72, 1978-79), Campeón de Australia (1990-91), ganador de la Copa de Australia (1990)
Distinciones: El mejor goleador de Europa (1948), seleccionado mundial (1963), selección europeo (1965), elegido miembro del Hall de Fame de FIFA (1998), mejor jugador húngaro del siglo XX (2001), Deportista de la Nación (2004) Récords: Máximo de los goles en un solo partido(7 goles, el 19 de febrero de 1949); Máximo de los goles en una temporada (50 goles, en 1948); Tercer puesto en el escalafón de los mejores goleadores del siglo XX. (489 goles); Tercer puesto entre los goleadores húngaros (357 goles, 1943-1956); El mejor goleador de la selección húngara (84 goles); el goleador número 13 de la liga española (155 goles, 1958-1967), Tercer goleador del Copa Europea de campeones
Ahí pues, Kispest. La familia Purczeld (el padre solo en 1937 cambió su apellido por el húngaro Puskás) se mudó en 1929 al departamento de la calle Újtemető, hoy en día ya no existente, cuando el padre se convirtió en jugador contratado de Kispest. Aunque la pobreza que caracterizaba la época y la clase obrera, le cargaba a la familia Puskás, Öcsi - su apodo más conocido recibió en su casa – en su niñez era feliz y equilibrado. El fútbol llenó su tiempo. Por falta de otra posibilidad de divertirse, los niños del vecindario jugaban fútbol a lo largo de todos los días en el campo libre, al lado de la casa de los padres El padre, los vecinos y los transeúntes se dieron cuenta, que el petiso chiquillo zurdo era más hábil que sus compañeros. El fútbol feliz de todo el día, los zigzags descarados y grandes goles fueron interrumpidos solo por la mamá de vez en cuando, quién mandó a su hijo a comprar caramelo para dolor de cabeza o cigarrillo en el quiosco cercano.
El pequeño Öcsi en la casa era obediente y decente, mientras recibió el efecto de la bellaquería cotidiana de las calles de Kispest. Quién creería por ejemplo, que el húngaro más famoso del mundo quería apasionadamente a los animales. Apenas tenía diez años, cuando llevó a la casa en escondidas un ratón encontrado en la calle. En la casa lo guardó en un frasco, le dio de comer y de beber y como un buen patrón cuidaba al pequeño roedor. Sin embargo una vez el ratón se dio a la fuga y nunca más volvieron a encontrarlo. Solo la madre de Öcsi se dio cuenta sorprendidamente, que en la recocina todos los sacos estaban mascados y todos los alimentos probados...Esta vez Öcsi no se salvó de la furia de la señora Manci.
También saben muy pocos sobre Ferenc Puskás, que a él le encantaba leer. Los libros favoritos de su juventud eran los clásicos baratos de la época: las novelas sobre los indios y los vaqueros. Cada vez que podía y le alcanzaba el dinero, salía corriendo al cine Royal de avenida Üllői. No gastó su dinero en cualquiera comedia o historias románticas, le gustaban exclusivamente las películas de tiroteo, gángsters y vaqueros.
Al recordarse de su niñez debemos mencionar su amistad con József Bozsik. Parece increíble, como en una película; la amistad de los dos jugadores que llegaron a destacarse de los mejores del mundo, se remonta a los primeros años de su vida. Pues las dos familias, Bozsik y Puskás vivían en la misma casa. Los dos chicos, Cucu y Öcsi adoraban al fútbol, así pronto se hicieron amigos. Si no estaban correteando en la cancha, entonces vagueaban en las calles de la vecindad. A menudo hicieron la carrera con el tranvía amarilla por la calle Sárkány (hoy se llama Endre Ady). De vez en cuando por la falta de dinero entraron en el estadio por debajo de la valla, cavando huecos por debajo y a veces hurtaron medias para hacer pelota e trapo.
Realizó sus estudios de primaria en el barrio Kispest. Aunque no fue un alumno excelente, terminó los ocho cursos honestamente, sin problemas. Novelas de vaqueros, películas de cine, animales y las chicas de Kispest – los años bravos de los treinta todavía trataban de estos, pero ya sabía todo el mundo: Öcsi nació para el fútbol.
Conmemoración
Éva Puskás, hermana menor de Ferenc Puskás: Öcsi siempre hurtó las medias de mamá, pues las usó para preparar sus pelotas de trapo. Era experto en prepararlas, comprimirlas... En su niñez no le importaba nada, solo el fútbol y los amigos. Pero no fue un chico malo que andaba en las calles vagueando y haciendo travesuras. En las noches no se fue a ningún lado. Cuando ya no se podía jugar fútbol, se quedó en casa. Le gustaba leer y fuimos a menudo al cine. Por supuesto no le interesaban para nada las películas románticas, las que quería ver yo. Solo las películas con tiroteos, vaqueros... No fuimos ricos, pero teníamos una niñez alegre y bonita. Vivíamos al lado de la cancha de Kispest en un departamento pequeño, de un solo cuarto donde dormíamos los cinco. Sin embargos éramos alegres...
László Bozsik, uno de los ex vecinos de los Puskás, hermano del legendario Jószef Bozsik: Cuando le mandaron a hacer las compras, siempre se compró algo dulce. Fue capaz de pasar horas y horas guardando su caramelo, y no lo compartía a pesar de nuestras plegarias... Por supuesto en aquella época todavía era un niño muy pequeño. Más tarde ayudaba a todos en todo. Teníamos una excelente amistad. Se sabía, que él pasaba todo el tiempo con mi hermano mayor Cucu, se hicieron futbolistas juntos. Le gustaba mucho a jugar fútbol. Durante la guerra fue capaz de viajar horas y horas en tren para jugar un poco de fútbol. En aquella época nosotros vivíamos en la región Kiskunság para salvarnos de los bombardeos. Allá organizaron campeonato juvenil, donde no necesitaban fichas, todo el mundo podía jugar. Claro, que Öcsi viajó donde nosotros, solo por jugar.
István Cserjés, amigo de Puskás desde su ninez y su compañero de equipo len Kispest: Nacimos el mismo año, jugábamos al fútbol juntos en el campo después en el Kispest. Entre las casas donde jugábamos siempre había un área de arena. Mencioné esto, solo porque referente a los brasileños se oye frecuentemente, que la arena desarrolla bien a los aptitudes del jugador. Pues, nosotros teníamos nuestro campo de arena, como en la playa. Öcsi le gustaba tanto a jugar al fútbol, que más tarde, siendo jugador de la liga húngara, seguía jugando en este campo de arena también. Me acuerdo, que su padre, que fue el entrenador del equipo Kispest, gritaba desde la terraza de su casa que termináramos de jugar porque Öcsi tuvo que jugar en la noche, en el partido de la liga... Sabíamos que el se haría gran futbolista.
---- La segunda guerra mundial todavía estaba en curso y Ferenc Puskás gracias a fútbol se salvó del servicio militar. Después de su presentación en 1943 se convirtió pronto en un jugador de fama nacional, marcando 7 goles en los 18 partidos de la liga húngara de 1944. Después de la guerra, el Kispest se mejoró cada vez más, gracias en gran parte a los dos talentos jóvenes, a József Bozsik y a buen amigo de Cucu, a Ferenc Puskás, descubiertos y criados por el mismo club. El equipo en 1947 ganó medalla de plata en el campeonato y Puskás en 30 partidos hizo 32 goles. En el próximo año llegó a ser el mejor goleador con 50 goles. Mientras la política atribuyó cada vez más importancia al deporte, y la suerte del Puskás de edad de servicio militar, encontró con la del ejército en forma muy particular. En Moscú dispusieron que en cada país socialista tenían que crear los clubes deportivos de las fuerzas armadas y del sindicato. En Hungría este proceso tuvo lugar en 1949 (cuando Puskás a pesar de sus 46 goles terminó “solo” segundo en el escalafón de los goleadores después de su amigo Ferenc Deák), en circunstancias muy particulares. Gusztáv Sebes, el dirigente de la dirección de deportes comunista, con la creación de grandes clubes deportivos del estado reunió en uno o dos clubes a aquellos jóvenes de los que quería crear el seleccionado del futuro. Por motivos políticos el barrio Kispest (unido no mucho antes con la capital) fue elegido para convertirse en el club de las fuerzas armadas y solicitaron allá a los mejores jóvenes. Incluso, antes o después, la mayoría de los seleccionados también llegaron a estos clubes. Nació el club deportivo gigante sin raíces; el Budapesti Honvéd y los jugadores fueron ingresados en el ejército. Obviamente fue un plan ingenuo hacer militares de los futbolistas de estrella. Desde luego los inventores de la idea imaginaron pura personas socialistas uniformadas con éxitos deportivos, mientras Puskás y sus compañeros se resistieron a esto. Les ingresaron con gran ceremonia en las Fuerzas Armadas, empezó la instrucción, pero los superiores después de algunos meses por las indisciplinas e insubordinaciones consideraron mejor, que los deportistas siguieran su carrera profesional en casa en vez de los cuarteles.
En 1950, ya con el nombre de Honvéd, el equipo en su composición mayormente de „Kispest” todavía, ganó el campeonato, incluso: en el otoño logró duplicar (fue un campeonato de media temporada, porque en este año, nuestro sistema pasó al ruso, es decir al sistema de primavera – otoño), así mismo, que Öcsi Puskás, quien ganó dos títulos de mejor goleador húngaro, primero con 31, luego con 25 goles. En 1951 Honvéd alcanzó la medalla de plata del campeonato, Puskás metió 21 goles y dos años después con los 27 goles la cuarta vez llegó a ser el mejor goleador. En el año del campeonato mundial de Suiza, en 1954, Puskás ganó la cuarta vez con Honvéd el campeonato nacional. Un año después podía festejar su quinto título de campeón y la medalla de plata en la Copa de la República Popular de Hungría. Entonces mencionaron a Honvéd, como el mejor equipo de fútbol de Europa. El club unió a varios jugadores seleccionados; Gyula Grosics, Sándor Kocsis, Zoltán Czibor, Gyula Lóránt y László Buday II.
Muchos ya entonces murmuraron, que Puskás tenía problemas con el sobrepeso y ya no era igual que antes. Tal vez por esto haya jugado un poco peor, pero hasta así terminó en el puesto cuarto en la primera votación de Balón de Oro de France Football. El campeonato se interrumpió por la revolución. Cierto era, que el 23 de octubre el Honvéd fue primero en la tabla de clasificaciones. En noviembre Puskás, con el equipo, salió a una gira de Europa Occidental. El objeto original del viaje fue para jugar el partido contra Bilbao que esperaba a Honvéd en la Copa Europea de Campeones organizada la segunda vez. En el partido ganaron los vascos por 3-2, y por la situación en Budapest el partido de vuelta lo tenían que organizar también en el exterior, en cancha neutral, en Bruselas. Aquí los jugadores ya no querían tanto pasar a la próxima vuelta. Dicen, que se eliminaron intencionalmente de la copa (terminaron por 3-3), para que viajaran a la gira de Sudamérica ya concretada hasta entonces. En el inicio de 1957, completados con algunos astros nacionales y después de algunos exitosos partidos benéficos, viajaron a Brasil, pero sin el permiso del MLSZ (Federación Nacional de Hungría de Fútbol) y muy pronto FIFA también desautorizó el equipo de gira de Honvéd, cumpliendo con el pedido de los dirigentes húngaros. Puskás y sus compañeros regresaron desilusionadamente a Viena, donde Öcsi decidió junto con su familia no regresar a Hungría.
Ferenc Puskás entre 1943 y 1956 entró en la cancha en 349 partidos del campeonato nacional, hizo 358 goles, fue campeón nacional cinco veces, mejor goleador del campeonato cuatro veces – ¡resultado sin par! Y su carrera estuvo lejos de terminarse.
---- En la primera parte de los años cincuenta, el seleccionado húngaro era el mejor seleccionado del mundo. Llamaron Ferenc Puskás a su capitán de prestigio indiscutible. Si mencionamos al Equipo de Oro, siempre pensamos en el equipo húngaro, que desde el inicio de los años cincuenta hasta la revolución de 1956 mantenía en espanto y en admiración al mundo. En el equipo que se añejó convirtiéndose en una leyenda, con la formación clásica: Grosics–Buzánszky, Lóránt, Lantos – Bozsik, Zakariás – Budai II, Kocsis, Hidegkuti, Puskás, Czibor. El capitán del equipo era Ferenc Puskás por voluntad unánime de los dirigentes del fútbol y de los compañeros del equipo. El interior izquierdo de Kispest, en 1945 tuvo el debut en el seleccionado húngaro frente a Austria. Desde entonces era imposible dejarlo fuera del equipo. Nadie en la cancha, ni fuera de la cancha cuestionaba su prestigio, muchas veces, si percibió la necesidad, cambió la táctica en el corrido del partido y sus compañeros se mantenían a sus instrucciones.
Su primer éxito con el seleccionado era la victoria en los Juegos Olímpicos de Helsinki. El equipo jugaba muy seguro en sí mismo hasta el final con la dirección de Puskás, quien consiguió cuatro goles en el torneo. En el final, que ganamos por 2-1 contra los yugoslavos, gracias a él nos pusimos en ventaja (después de fallar un penalti…). Entonces, ya hace dos años era invicto el equipo húngaro y la serie se interrumpió solo en el final del campeonato mundial en 1954. En el año posterior a los Juegos Olímpicos, en 1953, el equipo viajó a Roma para asistir en el final de la Copa Europea (antecesor del Campeonato Europeo), en la inauguración del Estadio Olímpico y con un triunfo de 3-0 cosechó otro gran éxito.
Match of the Century – el partido del siglo. La prensa inglesa dio la denominación semanas antes del partido de Inglaterra vs. Hungría de 1953. Desde entonces no había encuentro amistoso acompañado por similar interés, como era el partido inglés-húngaro jugado en el Wembley. El equipo húngaro de campeón olímpico llamó la atención antes de todo, con la interrupción de la invencibilidad de los inventores de este deporte en su casa, desde hace 90 años. En el partido que trajo la victoria legendaria, Puskás fue exitoso dos veces, su primer gol hasta hoy se mantiene la fama mundial. Jaló atrás suavemente la pelota al lado del capitán inglés, Billy Wright y luego remató en el rincón izquierdo. Se han preparado películas y libros sobre el partido histórico, no solamente en Hungría, sino en todo el mundo. La revancha se organizó en Hungría, en el Estadio Popular, en 1954, antes del campeonato mundial. La selección húngara consiguió una victoria más firme, por 7-1. Puskás otra vez alcanzó dos tantos.
El equipo húngaro estaba en forma fantástica, y así se había preparado en el campeonato mundial de Suiza, donde participaba como principal favorito. El campeonato mundial empezó bien para el Equipo de Oro. Consiguieron triunfos brillantes frente a Corea del Sur (9-0), Alemania (8-3). Puskás en dos partidos alcanzó tres tantos, pero en el partido contra Alemania, los alemanes no lo cuidaron, se lesionó y solo en el final del campeonato mundial pudo regresar. En los cuartos de final los húngaros eliminaron a Brasil, en las semifinales a Uruguay. Así llegaron al final, donde en el minuto noveno ya tenían la ventaja por 2-0, pero los alemanes podían voltear el resultado, gracias al árbitro entre otros, quien autorizó uno solo de los dos goles legítimos de Puskás. Se interrumpió una serie de invencibilidad en el momento más importante. En los dos años restantes hasta la revolución de 1956, la selección húngara seguía extraordinariamente. Después de 1956 Ferenc Puskás emigró, no podía jugar más en la selección húngara. Después del cambio del sistema político en 1993, él regresó a la selección como director técnico y durante cuatro partidos aceptó la dirección provisional del equipo.
---- En uno de los días de la revolución húngara de 1956, el equipo de fútbol de Honvéd, mundialmente famoso, se subió en un autobús y se dirigió a Europa Occidental para poder prepararse para el partido de la Copa Europea de Campeones contra Atlético Bilbao. Por los acontecimientos históricos tampoco se podía jugar el partido de la vuelta en Budapest. Para la fecha del partido de Bruselas en diciembre, el equipo decidió en recibir la invitación para la gira de Sudamérica. Esta excursión no fue autorizada por la Hungría comunista, sin embargo la mayor parte del equipo se fue al viaje y después de regresar en enero a Viena, algunos decidieron no regresar en la dictadura de Hungría cada vez más estable. Entre ellos Ferenc Puskás. Los disidentes quedaron inhabilitados durante dos años por la FIFA presionada por la Federación de Hungría de Fútbol (MLSZ). Con esta sanción llegaron a una situación existencialmente muy difícil.
Ferenc Puskás por su enfermedad de estómago y por su sobrepeso esperaba con peores perspectivas volver a jugar. Aunque muchos no lo consideraban ser capaz de volver a ser jugador profesional, su amigo, el ex director técnico de Kispest, Emil Östreicher confiaba en él. El dirigente de deporte húngaro a partir de 1958 llegó a ser empleado de Real Madrid, como asesor del presidente Santiago Bernabéu e inmediatamente empezó a blandear al presidente legendario en el asunto de Puskás. En el inicio, el presidente no quería ni escuchar sobre la compra. Östreicher no se dio por vencido e insistía tanto al presidente, que a lo final él aceptó a contratar a Puskás, a pesar de que Puskás hace meses, que no jugaba y luchaba con un sobrepeso elevado. Después de su contratación Puskás en seis semanas bajó sus kilos sobrantes, con un trabajo increíblemente duro adelgazó casi quince kilos.
Su primer partido, como jugador de Real Madrid, jugó en Buenos Aires contra River Plate. El 2 de septiembre de 1958 debutó en la Primera División contra el Oviedo. En el partido del campeonato, terminado con el éxito de los madrileños, él también metió un gol. El delantero, que recibió el apodo „Cañoncito Pum” en total 372 veces entró a la cancha en la camiseta de Real Madrid e hizo 324 goles. Seis veces era campeón nacional español, cuatro veces era el mejor goleador y se hizo una personalidad líder del mejor equipo de fútbol de la época. Real Madrid ganó (¡) las cinco primeras(!) Copas Europeas de Campeones.
No solamente pos su sobrepeso arrancó muy difícil su carrera de Madrid. El entrenador Luis Carniglia no apreciaba a Puskás y dijo, que su propio hijo jugaba mejor que el jugador húngaro. Pero cuando Bernabéu quería vender a Puskás al equipo Standard Liege, e hizo jugar prestado en el Atlético Madrid, el delantero le salió todo perfecto. Brillaba en la cancha, remataba goles. Después de esto el presidente nunca más estaba dispuesto a separarse del delantero de maravilla. A pesar de que el entrenador Carniglia haya ganado con Real Madrid todo lo posible en la temporada, Bernabéu despidió al entrenador por no hacer jugar a Puskás en el final de la Copa Europea de Campeones
El mundialmente famoso compañero de equipo de Puskás, Alfredo Di Stéfano, disfrutaba de gran respeto entre sus compañeros, y si a él no le gustaba un nuevo jugador, entonces este tuvo que marcharse. Tampoco estaba feliz por la llegada de Puskás, pero rápido se dio cuenta, que con la llegada de uno de los mejores jugadores del mundo, él mismo no se hará menos, incluso recibía tantos pases de gol del genial futbolista húngaro, que se olvidó pronto de sus observaciones iniciales. Su amistad con Pancho – Di Stéfano le pegó el apodo Pancho a Puskás – resistía a la prueba de tiempo, la estima mutua quedaba inquebrantable.
No solamente Di Stéfano quería al genio húngaro, sino toda España. Puskás en 1961 recibió la ciudadanía española y jugaba en cuatro partidos en la selección española, asistía en el mundial de Chile. Con Real Madrid conquistó tres veces el antecesor de la Liga de Campeones, la Copa Europea de Campeones. En el final de 1960, como un récord hasta hoy imbatible, hizo cuatro goles, (Real Madrid – Eintracht Francfurt 7-3), dos veces se convirtió en el mejor goleador de la serie, y con su dirección ganó el equipo real la primera Copa del Mundo. En el partido de Madrid, contra Peñarol, Puskás tomó su parte de la victoria con dos goles y dos pases de gol. En el fin del año en la votación de France Football por el Balón de Oro terminó segundo de tal manera, que varios votantes de Europa del Este – (¡)entre ellos el húngaro(!) – no le asignó entre los primeros cinco puestos.
En 1967, a los 40 años de edad dejó el fútbol. En 1969 en Madrid organizaron su partido de despedida en un acto solemne contra el Rapid austríaco, delante de setenta mil espectadores. El respeto por tío Öcsi, no se gastó con el paso de los años ni en el club real, ni entre los hinchas de Real Madrid. Ferenc Puskás es inmortal también en España. ---- La carrera de Ferenc Puskás para muchos húngaros se terminó en 1956, porque la prensa húngara no mencionaba los éxitos del genio emigrante durante muchos años. El artículo escrito sobre Puskás en las enciclopedias también se terminó con esta frase: “En 1956 se fue al extranjero.” Como si hubiera terminado existir. Al mismo tiempo, después de que él había jugado en el Real Madrid por nueve años, había conquistado la Copa de Europa y había jugado en el seleccionado. Sin embargo algunas leyendas se infiltraron a través de la cortina de hierro sobre Puskás quien aún estaba vivo, y brillaba en algún lugar. Pero casi nada se podía saber sobre Öcsi Puskás quien, tras retirarse, después y aparte de breves y no muy acertadas tentativas de negocio, inició una carrera como entrenador, viajaba por el mundo entero.
Los húngaros también se enteraron de su mayor éxito que fue llegar con el Panathinaikos griego a la final de la Copa de Europa de 1971, porque le pudieron ver en la televisión frente al Ajax, aunque el locutor casi no se atrevía mencionar su nombre. Ni siquiera todos los aficionados al fútbol saben que Ferenc Puskás entrenó la selección de Arabia Saudí, se hizo cargo del Vancouver Royals en la primera Liga Profesional norteamericana, trabajó con varios clubes menores en España (Alicante, Alavés, Murcia), era entrenador con algunas pausas durante cinco años de clubes en Egipto y en Atenas, entrenó varios equipos latinoamericanos en Uruguay y en Chile, sin mencionar su última posición en el extranjero como director técnico del South Melbourne Hellas en Australia (donde logró campeonato y conquistó una copa a principios de los años noventa).
Muchos de sus compatriotas recordarán que, después de veinticinco años de silencio y con permiso del estado, en 1981 Puskás regresó a Hungría para un partido entre equipos de la vieja guardia. La recepción oficial era bastante modesta pero el público le festejaba. Después del cambio de régimen se trasladó a medias a Hungría. Trabajaba para la MLSZ, utilizando la autoridad de su presencia y sus contactos mundiales hasta que su salud se lo permitió y en 1993 se encargó de la posición de capitán de la asociación para cuatro partidos. Quedó rehabilitado inmediatamente por el público, mientras la política oficial lo hizo poco a poco, tratando de reemplazar su apreciación.
Puskás recibió todos los títulos y condecoraciones en Hungría (mientras la CIO y la FIFA también le condecoraron con sus medallas más distinguidas). Lo más importante de estos es tal vez el título del “Deportista de la Nación” que le fue otorgado hace dos años con la intención de desagraviar al deportista mayor de Hungría – lamentablemente demasiado tarde para que él pudiera apreciarlo efectivamente.
En 2001 los lectores del Deporte Nacional [Nemzeti Sport] le eligieron como el Deportista del Siglo (que es en efecto el mayor deportista húngaro de todos los tiempos). El futbolista genial recibió muchas condecoraciones al final de su vida que tuvieron que otorgarle en su cuarto hospitalario. Jefes de Gobierno, el de la FIFA, de la UEFA, y de la MLSZ, los principales del Real Madrid, otras personas influyentes, amigos y compañeros de juego eran visitantes cotidianos en su hospital.
La primera vez en 2000 le diagnosticaron una variante especial de la enfermedad Altzheimer. Pronto necesitó observación hospitalaria constantemente, mientras la enfermedad trágica gradualmente consumía su salud. Su estado se agravó de repente, le ingresaron en el departamento intensivo de la clínica de Kútvölgyi út, y luego le alimentaron artificialmente. Su corazón fuertísimo luchaba duro contra la muerte, pero no pudo vencer el último ataque de la pulmonía.
Su mujer, la compañera fiel por 57 años lleva luto por Ferenc Puskás, junta con sus dos hijas, dos nietos y tres bisnietos en España, y además millones de fanáticos y admiradores por el mundo entero.
La IFFHS, la organización mundial que se ocupa con la estadística del fútbol, en 1997 le declaró a Ferenc Puskás el máximo goleador del siglo XX. a base del número de sus goles metidos como seleccionado y en los partidos de primera división del campeonato. Nadie ha batido las plusmarcas asombrosas del delantero-genio húngaro, podemos declarar sin ninguna cohibición que Ferenc Puskás es el máximo goleador de todos los tiempos de la tierra.
Pasmosamente metió aproximadamente el mismo número de goles en más o menos mil partidos de los equipos mejores del mundo. Puskás jugó en el Honvéd, en el seleccionado húngaro y en el Real Madrid en los campeonatos de la categoría más elevada donde llovían sus goles. Casi no le importó si estaba en un partido de entrenamiento en algún pueblo, en un encuentro de seleccionados o en una final de la Copa de Europa, pudo mantener el medio de un tanto por partidos en casi cada variante, incluso en las finales del campeonato mundial y de la Olimpiada, era habitual para él meter triple goles en un clásico entre el Real Madrid y el Barcelona o el Kispest y el Ferencváros, dobles frente seleccionados como el italiano o el inglés, tres o cuatro tantos en las finales de la Copa de Europa, el precursor de la Liga de Campeones.
Nada más natural que la primera vez que jugó en el seleccionado húngaro Puskás empezó con meter un tanto en el duodécimo minuto (frente los austríacos el 20 de agosto de 1945) para llegar a 84 goles en sus 85 encuentros, un récord mundial sin poder jugar en el equipo nacional de Hungría en la segunda mitad de su carrera por las condiciones políticas de entonces.
¡En sus 529 partidos de primera categoría metió 514 goles! En la camisa de Kispest y de Honvéd fue eficiente 358 veces en los 529 partidos en que participó. En Madrid su resultado era un poco peor, ya que tenía más que treinta años. En el equipo mejor del mundo sacó 156 goles después de omitir dos años (por la prohibición de la FIFA) en 180 encuentros de campeones. Atacantes estupendos eran sus rivales en ambas ligas, pero Puskás llegó a ser goleador máximo cuatro veces en ambos lugares. Su mínimo fue 20 goles, pero una vez metió 50(¡!).
Él era el mejor goleador de la Copa de Europa en la temporada 1959/60 (con 12 goles) y en la de cuatro años más tarde también, esta vez empatado (con 7). Fue el protagonista de las dos finales más famosas de la historia del fútbol: en 1960 en Glasgow metió cuatro goles frente el Eintracht Frankfurt en un partido ganado por 7-3 (que sigue siendo un récord), y en 1962 él metió todas las tres goles del Real Madrid en una pérdida frente el Benfica (por 3-5). Tres años más tarde, cuando tenía treinta y ocho años, no le costó meter cuatro tantos en un partido de Copa de Europa contra Feyenoord.
O sea, decimos, que el gol es lo más importante en el fútbol, entonces Ferenc Puskás es el mayor jugador de la historia del fútbol. ---- 1927: 1ro de abril: Ferenc Puskás (Purczeld), con el apodo “Öcsi”, nace en Budapest. 1938: A los 11 años, un año antes de lo permitido, Puskás - con el nombre de Miklós Kovács - se certifica en el Kispesti AC, que fue su único club en Hungría (con la excepción del posterior Budapest Honvéd, que ha sido causahabiente de la misma). 1943: 5 de diciembre: Öcsi a los 16 años se estrena frente al Diósgyőr en la primera categoría, y pronto consigue su primer gol en el campeonato contra Kolozsvár. 1945: 20 de agosto: se estrena en el seleccionado húngaro frente a Austria y lo pone en la delantera en el duodécimo minuto del encuentro que lleva una victoria húngara por 5-2. 1948: obtiene su primer título de rey de gol húngaro con 50 goles 1950: en abril se casa con Erzsébet Hunyadvári de dieciocho años. 1952: Nace su hija, Anikó y en este mismo año muere el anciano Ferenc Puskás, no llega a ver que su hijo tomara la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Helsinki como capitán del seleccionado húngaro. 1953, 25 de noviembre: Hungría gana a Inglaterra por 6 -3 en “el partido del siglo” con dos tantos de Puskás; los grandes éxitos del año empiezan en primavera con el resultado de 3-0 frente los italianos, Puskás logra a meter dos goles en este partido también. 1954:Aunque en primavera nuestro seleccionado derrota a los ingleses por 7 - 3 en el encuentro de vuelta del 6-3 en el Népstadion, y es el primer favorito del Campeonato Mundial de Suiza, después de muchas victorias grandes, lo derrotan los alemanes occidentales por 3 - 2 en la final para la cual Puskás regresa, después de haber sido lesionado por mucho tiempo y mete un tanto regular y uno no legalizado por el árbitro (a pesar de también ser regular). 1956: Puskás juega en el seleccionado húngaro por la última vez; durante la revolución sale del país con el Honvéd para poder prepararse para los partidos de la Copa de Europa frente el Bilbao en algún lugar seguro. Al mismo tiempo la situación en Hungría no es que no se arregle, sino que la nueva onda de ocupación soviética ahoga en sangre la revolución húngara. 1957: Sus últimos partidos en el Honvéd dentro de los marcos de la excursión en América Latina (prohibida por el estado húngaro). Puskás decide a quedarse en Europa Occidental con su familia. La MLSZ logró que la FIFA le prohibiera a jugar al fútbol por dos años por haber salido de su patria. 1958: Al consejo de Emil Östreicheir, director técnico, lo contrata el club Real Madrid, considerado como el mejor equipo del mundo, defensor del título de la Copa Europea, a pesar de su sobrepeso y sus deudas. Se modera su prohibición y en el otoño ya puede jugar de nuevo. 1959 :La primera conquista de la Copa de Europa de Puskás, sin jugar en la final. 1960: En la final de Glasgow considerada la mejor final de la Copa de Europa de todos los tiempos Puskás mete cuatro goles, ganando la Copa por la segunda vez (Real–Eintracht 7-3). También llega a ser el máximo goleador de la temporada, metiendo dos tantos en la final de la Copa Mundial también (Real–Penarol 5-1). Al fin del año sale como segundo en la votación del Balón de Oro de France Football porque algunos votadores de Europa Oriental, entre ellos el húngaro – por presión política - no lo ponen a él al primer lugar. 1961: Obtiene sus primeros títulos de campeonato español y del segundo título de rey de gol de España. 1967: Termina su carrera de jugador a la edad de cuarenta como séxtuplo campeón español, cuádruple goleador máximo y triple vencedor de la Copa de Europa. En el mismo año inicia su carrera de entrenador. Primero entrena el Deportivo Alavés por algunos meses, luego el canadiense Vancouver Royals. 1969: Se despide del Real Madrid después de su victoria frente el Rapid Wien, el presidente del club Real Madrid, Santiago Barnabéu se le ofrece el ingreso completo del partido. 1971: Ferenc Puskás conduce el Panathinaicos griego compuesto en su mayor parte por aficionados, a la final de la Copa de Europa, pero en el Wembley le derrota el Ajax que está en su mejor forma. 1973: Nace su primera nieta, Elisabeth Damborena Puskás, y dos años más tarde nace la segunda, Réka Damborena Puskás. 1981: Regresa a Hungría por primera vez después de haber emigrado, para el rodaje del documentar El Equipo de Oro, y para un partido de la vieja guardia en el Népstadion, que está lleno, después de largos procesos de concordancia y autorización; mientras era entrenador en Egipto. 1992: En 1992 Ferenc Puskás se repatría finalmente a Hungría con su mujer, pero visitan a su familia en España con regularidad. 1993: Es el capitán del seleccionado húngaro por cuatro partidos y recibe la condecoración más distinguida del estado húngaro, la Cruz Media de la Orden del Mérito de la República de Hungría. 1996: La IFFHS le elige rey de gol del siglo. 2000: A Ferenc Puskás le ingresan en un hospital por su enfermedad, y necesita observación hospitalaria constantemente, mientras los lectores del Deporte Nacional [Nemzeti Sport] lo eligen para el título del Deportista del Siglo. 2001: Los usuarios de la Internet lo eligen para el mejor jugador del Real Madrid de todos los tiempos. 2002: En ocasión de su 75º cumpleaños, el Gobierno Húngaro decide a nombrar el Népstadion de él y el acto solemne lo ejecutan en el partido frente los españoles en agosto. 2004: El Gobierno Húngaro lo elige el Deportista de la Nación. 2005: El Real Madrid se presenta a Budapest, en homenaje hacía él. 2006: Ferenc Puskás se muere después de una enfermedad larga, muy grave; luego de seis años de tratamiento hospitalario.